«Abril sus flores abría»


«Donde cayó mi hermano se levanta la patria
Donde cayó mi hermano se levanta el futuro»
La victoria de la playa Girón
 Fayad Jamís
Playa Girón. Guayasamín
Ninguno de los eufemismos de aquellas fronteras violentadas han podido borrar la epopeya que a parto herido gritaba: « ¡Madre cubana, no te dejes quitar a tu hijo!». A 55 años de aquel miércoles 19 de abril cuando las fuerzas invasoras tuvieron que retroceder durante la madrugada desde San Blas hacia Playa Girón, sabemos que la Revolución es una acción histórica con sentido movilizador de hombres y mujeres y sobre todo de ideas, de conciencia, de redescubrimiento. Resulta muy simplificadora la historiografía y su gríngola confusa que apenas se le antoja mencionar algunos acontecimientos a conveniencia y a toda costa ocultar otros como un juego de especulación ahistórica como manera intelectiva de colectivizar la apariencia de una época de una sociedad estrictamente verticalizada y hegemónica. Se pierde el tiempo en hacer torres en el viento y echar leyes como coplas, necesario es contraerse y dilatarse alternativamente con el corazón y el fusil —o la conciencia— que es lo mismo para seguir bombeando la sangre de las revoluciones, las de lanza y piedra, las tinta china, las de océanos y Playa Girón, las de Ledas,  las de teatros, las de la poesía, las del 19 de Abril, la de todos los abriles, de la  Flota Cubana de Pesca, las de los hombre libres para los hombre y las de las mujeres jugando Rayuela, la de los niños de Siria que aún huelen a pólvora y gases lacrimógenos, las revoluciones de la tierra libre de rentas, la de montañas  y ríos, las de frutas del caribe, la de los silencios, la de los «hombres y solamente hombres sobre cubierta, hombres negros y rojos y azules los hombres que pueblan el «Playa Girón»» y todas las revoluciones del amor; «Había que poner más alta que nunca la bandera revolucionaria frente al enemigo artero y cobarde que nos atacaba, frente al poderoso gobierno imperialista que preparaba la invasión»; Muchos abriles después todavía nos arropan las cálidas aguas del Caribe y el verde de los manglares y palmeras que forman junto a Playa Larga la históricamente conocida Bahía de Cochinos, « y en cada nenúfar que se abra se abrirán unos labios para gritar: ¡Que vivan los héroes de la patria! ¡Que vivan los hijos de la tierra, los defensores de la tierra!
¡Que vivan los caídos victoriosos para siempre en la gloria! »

by Floriman Bello Forjonell



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